‘Minería no formal: separando la paja del trigo’, por Víctor Gobitz

Compartimos algunos pasajes del artículo de opinión de nuestro presidente y CEO, Víctor Gobitz, publicado en el diario «El Comercio», en su rol de presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, respecto a los desafíos del país ante la minería no formal, donde resalta la importancia de distinguir entre quienes buscan formalizarse y aquellos intermediarios que prefieren las sombras de la ilegalidad. La visión es clara: facilitar un camino hacia la legalidad para mineros comprometidos.
Debemos debatir de manera abierta y franca respecto de la minería informal e ilegal, que está presente prácticamente en todo nuestro país. Por ello, una manera de enriquecer la discusión, desde el núcleo mismo del problema, es empezando por separar la paja del trigo: necesitamos saber quién es quién en este sistema tan extendido y difícil de controlar.
Se estima que en el país hay 500 mil personas involucradas directamente en la parte operativa: mineros, casi todos jóvenes compatriotas de muy escasos recursos, que diariamente ingresan en condiciones muy precarias a socavones o se sumergen en pozos de agua y barro, arriesgando en todo momento su integridad a cambio de un jornal impuesto por las extrañas leyes de ese entorno. Para con ellos, la obligación del Estado es ofrecerles alternativas que hagan tangible los beneficios de insertarse en la dinámica de la formalidad, aunque tome tiempo.
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Frente a los desafíos del país ante la minería no formal, Víctor Gobitz, CEO de Antamina y presidente de la SNMPE, resalta la importancia de distinguir entre quienes buscan formalizarse y aquellos intermediarios que prefieren las sombras de la ilegalidad.
Luego tenemos que hacer visible al grupo minoritario, pero muy lucrativo, de intermediarios que operan sin un registro veraz y sin ningún interés por formalizar su actividad. Son quienes financian marchas de protesta con cascos relucientes, algunos de ellos son penosamente ostentosos, y son quienes han logrado recientemente que el Congreso dicte, con sorprendente rapidez y efectividad, normas que los respaldan. Ellos no representan al capitalismo consciente, sino al capitalismo salvaje que pone en riesgo la institucionalidad de nuestro país.
En el debate hay que entender quiénes son los actores y diferenciarlos para identificar a los intermediarios que distorsionan una sana convivencia armoniosa; desplegar una trazabilidad de toda la cadena productiva; e implementar incentivos económicos y sociales para quienes sí deseen pasar al ámbito de un Perú competitivo y sostenible.
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Fuente: El Comercio
28 de marzo de 2024
Oficina de Comunicaciones
Compañía Minera Antamina